Cuando era más chica creía que sabía lo que era amar y en realidad no era así, creía que estaba enamorada de ese que era el mas popular de la clase y no era así, simplemente era una obsesión, una obsesión que me hacía llorar todas las noches.
Cuando crecí un poco más conocí a alguien y la verdad es que al principio no sentía algo tan profundo por él, pero luego cuanto más tiempo pasabamos juntos más me daba cuenta de que lo amaba, esta vez sí estaba enamorada y tenía miedo de perder lo que tanto me había costado construir.Tiempo más tarde lo perdí.
Me dí cuenta de que cuanto más grande sea el amor hacia una persona, más grande va a ser el dolor cuando se la pierde. Nada es para siempre me dijo un día mientras yo lloraba abrazada a él, pero el afecto y los recuerdos que guardamos de una persona sí lo son. Gracias esto aprendí lo que es amar sin condición, aprendí que no importa lo material cuando se tiene al lado a la persona de tus sueños, aprendí a perdonar los errores del otro, aprendí a seguir adelante, aprendí a levantarme después de mi caida, aprendí que el mundo no termina por el hecho de romper con alguien, y que esa persona que nos lastimó no merece ni una de nuestras lágrimas. Pero lo que aún no puedo aprender es no tener miedo a salir lastimada de una relación, sí le tengo miedo al amor.
