sábado, 22 de marzo de 2014

Había empezado todo como un cuento de hadas, no nos buscábamos, pero nos encontramos el uno al otro una noche de lluvia muy parecida a la de hoy.
No quería arriesgarme, porque ya conocía lo que podría producir ese acercamiento, sin embargo y sin saber cómo entraste a mi vida. Tomaste mi mano y me llevaste por tu camino, un camino que jamás había transitado, me guíaste y enseñaste todo desde cero. Por primera vez en mi vida todo tenía sentido, el invierno que llegaba no era tan frío si tomabas mi mano, y las noches ya no eran tan oscuras si vos estabas ahí para abrazarme. No lo voy a negar, me enamore. Me enamore de vos, de tu mirada, de verte despertar y sentir tu corazón latir fue el regalo más hermoso que me dio la vida.
Te di todo lo que estuvo a mi alcance porque así lo quise, jamás te pedí nada a cambio porque siempre fui de las personas que piensan que el amor es incondicional, y no se debe pedir algo a cambio. Te di mi tiempo, te espere y con eso te di mi vida, te lo di porque te amaba. Pero lo que te ofrecí no alcanzó para hacerte feliz, no lo tenía yo, lo tenia tu pasado y por eso elegiste que fuera tu presente y futuro.
Con esa decisión destruiste mi vida, y paso justamente lo que no queria que pase en un principio. Era momento de pensar que no tendría que haberte dejado entrar en mi corazón, porque tu llegada me hizo descubrir el mayor de los tesoros de la vida, pero tu partida se llevó todo de aca y trajo con ella la más grande tortura, que era verte todos los días y no poder tenerte en mis brazos como solía hacerlo en esas tardes de mayo.
Las noches volvían a hacerse eternas y tu fantasma desaparecía al despertar de los sueños. Sentía tus manos acariciarme, pero se desvanecían con cada minuto que pasaba. Las horas y los días hacían que tu recuerdo doliera y pareciera cada vez más lejano. Era horrible sentir que el aire que respiraba ya no llenaba mis pulmones porque me faltabas vos. Incluso se hizo una costumbre para mi despertar con la almohada mojada a causa de llorar la noche anterior. La vida ya no era vida sin vos a mi lado, todo me hacía pensarte, imaginarte, sentirte y desearte, aun así nada fue tan fuerte como para hacerte regresar.
Luche mucho por algo que hoy tengo que dejar ir. No me rendi tan facilmente, pero el amor no es algo que se pueda comprar, ni elegir a quien dar. Amar es dar y recibir, por eso hoy digo "basta, esto ya no tiene sentido", hoy te dejo ser libre y deseo que seas feliz.