domingo, 24 de julio de 2011

Borrachera

Tomo el vaso y empiezo a beber, siento como el líquido, de un sabor fuerte, se desliza por mi garganta. Hago un gesto de "que asco", pero el sabor comienza a relajar todo mi ser, después del primer sorbo el sabor ya es agradable; podría decir que es casi adictivo, me encanta.
Siento que cada músculo pasa de estar rígido a flojo. Me encuentro feliz, me olvido de todo, es un momento increíble, en el que todo me da vueltas, en el que yo no soy yo, es un momento el que disfruto de cada cosa que digo y hago. Es lo que necesito para calmar mis angustias.
Al día siguiente, después de haber dormido unas pocas horas, abro mis ojos lentamente y siento un fuerte dolor de cabeza y estomago. Si, resaca, pero después de todo lo que paso ayer vale la pena.